Archivos Mensuales: enero 2016

Twenty years: Boys for Pele (1996)

«Moses, I know.
I know you’ve seen fire,
but you’ve never seen fire until you’ve seen Pele blow».

Muhammad, my friend. Tori Amos.

 

 

 

 

El domingo conversaba con Camila sobre la muerte de David Bowie y lo afectado que me sentí pese a haber seguido su carrera muy tangencialmente. Era la primera vez que nos veíamos desde el año pasado, pues yo me fui a San Francisco el último 29 y ella a México el 30 y no regresó hasta el sábado pasado. Le conté que esa noche no pegué el ojo y que a la mañana siguiente fui al edificio de Bowie a despedirme con un lirio negro. Si se preguntan por qué un lirio negro, en realidad tengo una gran respuesta, pero no lo supe hasta mucho después. La verdad es que cuando entré a Shu’s Flowers y lo vi, no tenía ni puta idea de qué era (en mi defensa, aún no había florecido… and also, I’m not into flowers). Era la única flor negra que vi y me pareció fantástica. Súper estilizada, alta, delgada, like Bowie himself. It spoke to me, así que la compré. En la caja me enteré qué había elegido: a black tiger lily. Lo busqué en Google to double check. Efectivamente, correspondía. Clic en Imágenes…

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Tiger lilies open up like stars, so a black tiger lily in bloom equals a black star (or ★, if you will). Me pareció tan adecuado que me habría gustado haberlo planeado así. En fin, we got to talking y me encontré diciendo las siguientes palabras: «en realidad, solo hay tres artistas por los que me tendrían que sedar si se mueren. Morrissey. Madonna. Tori Amos». Camila echó la cabeza hacia atrás sorprendida. Sabía que amaba a Moz, como buen emo. Sabía que amaba a Madonna, como buen homosexual. Pero aparentemente no sabía que amaba a Tori Amos. «No me imaginé», me dijo. Me pareció raro ya que tengo más o menos 25 fotos con la huevona y de hecho era mi fondo de pantalla hasta que Zuko, mi gato, la desplazó. Fun fact: en la época en la que aún era mi fondo de pantalla un amigo me preguntó si era mi mamá, jajajaja.

No recuerdo a cuál foto se refería, so here’s all of ‘em!

Creo que cualquier persona que me conoce desde hace un tiempo sabe que vivo y muero por esta mujer. Pero últimamente no hablo de ella nunca y casi ni la escucho porque no ha salido de gira o sacado material nuevo desde 2014. Me imagino que a eso se debe que mis nuevas amistades no sepan mi nivel de fanatismo. Pero eso se va a arreglar en este momento. Breve repaso antes de entrar al tema que nos atañe: la primera vez que escuché a Tori era 1999 y yo tenía quince años. Spark era la canción ICPNA en Doble 9. Me hipnotizó desde el comienzo, pero por alguna razón me rehusaba a aceptar que me gustaba. Después de oírla ene veces (¡cuándo diablos ha tenido Tori Amos tanta rotación en radios!) me di por vencido y la grabé. SÍ, LA GRABÉ. AS IN EN UN CASSETTE. SOY UN ANCIANO, DÉJENME. A la semana vi el video en Nación Alternativa con Ruth Infarinato, back when MTV actually played music videos. A la semana vi un segundo video, no recuerdo si Raspberry Swirl o Jackie’s Strength. Digamos que fue Jackie’s. A la semana de eso, salió Raspberry Swirl. A la semana de eso me compré el disco, From the choirgirl hotel. I was OBSESSED from the very first listen.

Hasta ese momento, Choirgirl era uno de los discos más importantes de mi corta vida. «Le debo toda mi salud mental», pensaba. And then… un día cualquiera de 1999 entré a Phantom de Larcomar (¿existe todavía?) y encontré la última/única copia en Lima del álbum que le precedía, Boys For Pele. Si realmente le debo mi salud mental a algún disco, sería ese. Fanatismos aside, es una obra maestra. Reventé ese disco como ningún otro que he tenido y, como todo se dio en una suerte de cadena interminable, a los días de comprármelo mi revista Cable Mágico (yes, this is WAY back in the day) anunciaba que transmitirían su concierto en el Madison Square Garden en HBO. Lo grabé. SÍ, EN VHS. We’ve already stablished these are the old days of yore. Hoy daría mis riñones por viajar en el tiempo y estar en ese concierto. Pocas cosas serán tan geniales again.

Un par de meses después, aún en 1999, salió To Venus and back. ¡El mundo quería que escuchara a Tori Amos! No dejaban de salir cosas suyas por todos los rincones. Mi tía me lo envió desde Miami, pero yo ya me lo había comprado porque no pude esperar. Le vendí la segunda copia a una amiga en el Británico. El resto es historia para quienes la conocen. La seguí por todo el mundo (MUNDO, literal) y ha sido una compañera constante en mi vida… hasta que sacó The Beekeper que es una mierda (aunque irónicamente creo que es el único disco que tengo autografiado).

La última década no ha sido tan buena con Tori. Sus discos post-Scarlet’s Walk son un poco hit and miss. Culpo a la hija. Pero en fin… sigue siendo increíble en concierto y es la única artista a la que sigo fervorosamente en todas las fechas que me es posible. Por ejemplo, ahora que vivo en Nueva York, pretendo ir a cualquier fecha que tenga aquí, en Boston, Philadelphia y Washington DC. But I digress… no voy a hablar de lo que pasó después de The Beekeper porque meh. Quiero volver a Boys for Pele porque hoy cumple 20 años. (Ugh, todos los discos que me gustan están cumpliendo 20 años. #vejez).


Growing up gay is no easy feat
. Al menos no lo era «en mi época». La conversación era incipiente, ciertamente no teníamos a Blaine y #WhatsHisRatFace de Glee chapando en la tele. Me acuerdo cuando Jack McPhee llevó a un huevón a su prom en Dawson’s Creek y fue, como que, el Apocalipsis. El punto es que no era fácil, no se hablaba, no había mayor representación. Seguía significando ser un paria, seguía generando miedos estúpidos, seguía siendo «pecado mortal»… y cuando uno es chico no entiende por qué le toca crecer con esta carga, tan diferente a la del resto. Yo, particularmente, sentía que llevaba un hueco adentro. I longed for something/someone I had never met. Había perdido algo y no sabía qué. I felt broken up with life y es desde esta pérdida que conecté con el mejor break up album de la historia: Boys for Pele.


Cuando entré a la universidad, mi devoción por Tori (y particularmente por Boys for Pele) solo se hizo más profunda. Ahora que sufría actual heartache, cada canción era una capa de piel nueva, regenerada. Me iba devolviendo la forma humana que perdía every time some boy burned whatever relationship we had into the ground. Por ejemplo, de mi primer non-boyfriend boyfriend, de lejos el peor que he tenido y la mejor lección de vida, guardo pocos recuerdos. Uno de ellos es escuchar furiosamente Caught A Lite Sneeze y repetirme a mí mismo «didn’t know our love was so small, [it] couldn’t stand at all» cada vez que me hacía alguna cagada. Pese a ser el año 2002 (o 2003 o 2004, ‘cause this went on for a WHILE), siempre volvía a Pele. And why wouldn’t I? It’s genius.


Algunos años después, en 2005, pude agradecerle a Tori en persona todo lo que hizo por mí sin saberlo, en una librería en Nueva York. Era febrero y todo estaba congelado, pero yo estaba tan starstruck después de hablar con ella que dejé literalmente TODAS mis cosas en una silla en Barnes & Noble, incluyendo mi abrigo, chalina, gorro, guantes, you get the idea. Cuando regresé por mis huevadas, la guardia de seguridad, que era una negra robusta y buena onda, se cagó de risa y me dijo «honey, happens all the time«. Esa es una de las pocas cosas que recuerdo de mi primer encuentro con Tori porque, again, estaba tan starstruck que no retuve ningún tipo de información. Solo sus ojos, que eran hermosos.

En el 2007 me fui a perseguirla por todo Florida, básicamente. Ahí escuché Caught A Lite Sneeze en vivo por primera vez y canté a viva voz con una amiga que hice en Orlando, much to the dismay of the other fans. Lo notamos, de hecho, pero dijimos «que se jodan». They might’ve seen her a bunch of times, but we’d never seen her so we get to sing. La he seguido en casi todas sus giras desde ese año, con la excepción del 2009 y del año pasado que hizo una mini gira de festivales en Europa. A través de ella he conocido amigos de puta madre, he viajado a sitios random donde jamás pensé estar (¿Crans-Montana, Suiza? Really?), y he encontrado consuelo cuando lo necesité. So, yes, I’ll have to be sedated when she dies and this is the album that I’ll most likely play on a miserable loop.

Felices 20, Pele.
Realmente nunca había visto fuego como el tuyo.

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Wins and losses

Poco después de la medianoche, sentí la diferencia. Mi cuerpo estaba reaccionando muy diferente. Como nunca en la vida and it kept getting worse. Ninguno de mis movimientos era voluntario, no sentía nada del cuello para abajo y, de hecho, del cuello para arriba era aún peor. Estaba consciente, lo entendía todo, pero no podía hablar. Lo más desesperante de todo, quizá, era darme cuenta de cómo el proceso de habla se iba atrofiando mid-sentence. I wasn’t blacking out, I wasn’t blanking either. My thought was very much still there, I just couldn’t push it out. En el avión de ida había visto varias películas, incluida Still Alice, y solo podía pensar «esto debe ser lo que se siente tener Alzheimer». Mis amigos me agarraban los brazos y las piernas, me percaté de que se movían solas y pensé: «ah, y esto debe ser el Parkinson».

En mi vida no han habido muchas drogas, solo he consumido marihuana, cocaína y poppers (aunque estos últimos ni siquiera los registro como droga, pero supongo que lo son) y siempre limitado por la regla de oro: nunca compres. Esto quiere decir que solo acepto en la medida en que se me invita, lo cual reduce el consumo de forma casi incalculable. Para tranquilidad de todos, puedo contar las veces que he jalado con los dedos de una mano. La coca no me pone. «Era joven», «estaba probando», «creí que me animaría», bla, bla. Weed on the other hand… has never failed to relax me and bring me joy. En alguna época quizá mi consumo fue más constante. Paraba más seguido con gente que fumaba bastante más que yo, me invitaban and it was all good fun. Ahora es bastante más esporádico, creo que solo si me provoca no hacer absolutamente nada y dormir rico. And sometimes not even then, since I gotta get into someone else’s stash.

Creo que si alguien me dijera que puedo disfrutar de algo sin consecuencias por el resto de mi vida, siempre elegiría el alcohol por encima de cualquier droga. Actually, I’d choose sex, but that doesn’t move my story along. Sin embargo, he fumado y/o comido marihuana responsablemente por muchos años y no tengo nada que reprocharle. Por eso encuentro tan extraño que una galleta me haya hecho convulsionar y perder la capacidad de hablar, but I guess it did. En realidad, no lo creo, pero no hay otra explicación. Es eso o tengo epilepsia y no lo sabía. Supongo que ahora deberé ir al médico o algo. No lo sé.

So this is why I’m having such a hard time believing it: uno de mis amigos me dijo que quizá simplemente «no estaba acostumbrado». Le recordé que tres días atrás, en la fiesta de año nuevo, me había comido exactamente la misma galleta, más cerveza, más pisco. Estaba en el hoyo, ¡pero no era Michael J. Fox! También me acordé de ese año nuevo en la playa, hace un par de años, en que me comí cuatro brownies seguidos y terminé en Plutón, pegado a las cosas, cagándome de risa, sintiendo la arena debajo de mi cuerpo. Amiga, I’ve had my share of baked goods y mi reacción siempre ha sido la misma, una normal y maravillosa despreocupación por la vida que me dura ene. This was something else, but I guess it could happen… después de todo, ese día almorcé un pitcher de margarita y no mucho más.

The thing about this experience is… I really, really, really felt like dying. Mi primera preocupación fue que se me hubiera activado algo que tenía dormido y que me fuera a quedar así de por vida. Mi segunda preocupación fue que «de por vida» significara within the next minutes. Traté de incorporarme, pero no podía mover nada a voluntad, solo el cuello. El pecho se me cerraba cada vez más y tomar agua (a través de una cañita) se me hacía más difícil y riesgoso. De pronto ya no podía controlar nada y solo escuchaba al roommate de mi amigo, que estaba conmigo, repitiendo que todo estaría bien y que me relajara (que en inglés suena a que «me deje ir»). Bitches, I saw the freaking light… like, literally. Después de eso no había manera en la Tierra en que fuera a «dejarme ir». Quién lo diría.

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Repetí una y otra vez que no estaba listo, pero creo que nadie me escuchó porque ya no podía hablar bien. Pensé en mi vida y en la gente que quiero… fue raro, porque solo pensaba en cómo sus vidas seguirían sin mí (y yo célebremente dije alguna vez que «todos dejarían de existir cuando yo muera», jaja). Luego pensé en «lo que todavía no había hecho», así, junto, como un concepto sin desglosar. To my surprise, no me importó. Quería seguir viviendo porque quería seguir viviendo, period. No porque tuviera un plan o hubiese algo en particular que necesitara hacer. No me faltaba nada, realmente, pero quería disfrutar mi vida más tiempo. De hecho, llegué a pensar «wow, nunca publiqué nada de lo que escribí» (pensando que me gatillaría un lamento muy hondo y podría negociar la extensión de mi vida) y descubrí que no me importa en lo más mínimo. Lo que yo quería era tiempo, muchísimo más tiempo, aunque sea para tener algo que lamentar… así que me alejé de la luz. Al rato me dormí y mi despertar al día siguiente fue, básicamente, así:

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Ese día no hice mucho. Fui recuperando todas mis funciones cerebrales, pero me sentía súper extraño aún. Me la pasé viendo tele y comiendo, básicamente. Me despedí de mis amigos y en la madrugada me fui al aeropuerto. Dormí todo el vuelo. Llegué a Nueva York y dormí de nuevo, todo el día. Sentía ganas de hablar con alguien sobre la experiencia, pero no sabía con quién ni qué decir. Luego se me iban las ganas porque en el fondo yo mismo no lo he descifrado del todo, prefería seguir durmiendo. Empecé a escribir este post sin saber aún cómo me sentía y sin haber cruzado palabra con otro ser humano en 24 horas o más…

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¡Y henos aquí ahora, del otro lado! Llego al final de esta entrada sintiéndome mucho mejor y me respondo «no, son las 8:30 de la mañana. Tienes que sacar la ropa de la secadora, ir a comprar comida, al banco y a la universidad a devolver el adaptador de la Mac. This is not hell, this is life still«. Así que, on that note, voy a darme una ducha para ir a Trader Joe’s, hacer mis compritas y regresar oficialmente al mundo de los vivos. Maybe get some french toast and cereal on the way? El desayuno siempre ha sido la única comida que me genera placer y hoy tengo ganas de complacerme sobremanera.

It’s gonna be a great day, isn’t it? #xoxo.

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