Estoy seguro de haber mencionado esto antes: sufro de insomnio. Pero no realmente. O no estoy seguro. See, lo que sucede es que mi cerebro prefiere hacer cosas de noche. O quizá no encuentra otro momento para dedicarse realmente a lo que le interesa: me. Además, cuando todo está en silencio es más fácil concentrarse, escucharse, dejar todo salir. Ahora sí estoy seguro de haber mencionado esto antes. Hmm, quizá debería buscar el post donde hablé de esto para no ser terriblemente repetitivo, but I guess it bears repeating.
Mi cabeza es un lugar de mucho trajín, el más agitado que conozco. Envidio a todos aquellos que pueden encontrar paz y quietud en su interior o forjar un happy place en la esquina más colorida de su mente. Bah, quizá envidia is too strong a word. Pero sí me encantaría que, al menos cuando quiero dormir, mi cerebro se calle un rato. You see, I’m a worrier. It’s who I am. Si no tuviera de qué preocuparme, me preocuparía de no tener de qué preocuparme. Sospecharía. Desconfiaría. Pensaría que ciertamente tanta calma no puede ser real porque jamás lo ha sido y el cuchillo debe estar escondido en algún lugar. Could this be an arm around my shoulder? Well, surely the hand holds a revolver. Ay, Moz, mi amor. World peace may be none of your business, pero cómo me conoces, ctm.
Cuando mi cabeza no está preocupada, canta. Sí, canta. All by itself. No sé cuántas personas entienden el real significado de Radiohead, pero me cuento entre ellas. Empieza una canción y no se detiene hasta que termina o es reemplazada por otra. And it’s loud. A veces me pregunto si ya se oye por fuera. Aunque debo reconocer que ahora sucede menos que antes. La ansiedad ha sabido posicionarse mejor en los charts de la medianoche. Dance with the Sufis, celebrate your top ten in the charts of pain. Lover brother bogenvilla, my vine twists around your need. Ahora suena Tori, por ejemplo.
Cuando mi cabeza no está angustiada o captando Spotify, está recibiendo frases del más allá. De las musas. Por ejemplo, esta noche, recibió una nota del pasado. Quite randomly, I might add. Una frase que me impresionó sobremanera cuando la escuché por primera vez. Creo que fue en el Starbucks de Benavides, el que está casi llegando a Surco. Ella y yo hablábamos de él y yo. ¡Cuántos años han pasado de eso! Ella me dijo, citándolo a él, hablando de mí: «me dijo, huevona, literalmente, sentí cuando su muro se cayó». Cuando mi muro se cayó. Literalmente. Las palabras me remecieron como si, efectivamente, colapsara una pared detrás de mí. Sabía exactamente a qué momento se refería, además. Pero yo mismo no había sido capaz de moldearlo en palabras. It was delightfully accurate, tbh. Hasta ese momento, todo había sido casual, sin compromisos, sin corazón. Or so I kept telling myself. Y un buen día, la represa se rompió. ¡Pero fue tan silencioso, tan imperceptible, tan dentro de mí que hasta el día de hoy me sorprende que lo notara! Fue algo que cayó como un yunque de mis hombros a las caderas; causando que me desplome ever so slightly mientras me sostenía. Pero, joder, habría tenido que descuartizarme para encontrarlo. No sé cómo lo pescó. «Literalmente, sintió cuando tu muro se cayó». Honestamente, musas queridas, hubiera dejado mis paredes bien arriba, con cerco eléctrico y caseta de vigilancia. I guess it’s sort of funny now.
Lo bueno de cumplir con las musas es que usualmente termino lo suficientemente exhausto como para fundirme con mi cama y caer en coma con relativa facilidad. Lo malo es que son las 3 de la mañana y se vislumbra un descanso poco reparador. Bueno, que me regrese el alma al cuerpo que quiero dormir. Calling for my soul at the corners of the world, I know she’s playing poker with the rest of the stragglers… #nowplaying.